Desde la Casa de la Abuela tenemos las maravillosas vistas de la Plaza de Santa María.
Cualquier pueblo podría contar su historia por medio de sus calles. Sabe Dios a cuánta gente han visto pasar las milenarias calles de Cazorla, aunque las características constructivas, el entorno y hasta los nombres de las calzadas, hayan cambiado.
Las aguas del río Cerezuelo atraviesan el altar mayor de la iglesia por una gran bóveda, para continuar su curso bajo la Plaza. Antiguamente se ofrecían fuegos artificiales en honor al Santísimo Cristo del Consuelo.